Leer: Santiago.1:22. Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos.
La era tecnológica ha influenciado mucho la forma de actuar, pensar y escuchar del hombre actual, la rapidez en que ocurren los eventos, la facilidad para transmitir y comunicar la información ha contribuido a desarrollar un estilo de vida que desea obtener todo inmediatamente.
Existe según el apóstol Santiago 1:22 dos tipos de persona que escuchan. Una es la que atentamente oye y practica y la otra es un oidor olvidadizo.
Escuchar y esperar, es el proceso de aprendizaje que emplea Dios, para moldear el carácter humano,
Escuchar atentamente permite comprender el mensaje los preceptos que fortalecen la fe, la confianza, estimula a practicar lo aprendido y obediencia
Esperar desarrolla la voluntad, cambia el carácter, las actitudes y las motivaciones humanas, estas dos acciones ayudan a comprender y decidir acertadamente en cada situación de la vida personal.
Esperar y escuchar a Dios trae beneficios variados y citare los siguientes:
1.- Permite renovar las fuerzas físicas y despojarnos de la ansiedad y preocupación.
2.-Reconocer, obedecer, la voluntad y propósito de Dios en la vida personal.
3.-Adquirir virtudes cristianas como la paciencia, esperanza, fe, confianza.
4.-Reflexionar para tomar las mejores decisiones.
5.-Experimentar una relación de intimidad y confianza en las promesas de Dios.
6.-Desarrollar la practica hábitos espirituales como la lectura, meditación, oración y obediencia de las escrituras.
7.-Alcanzar la madurez en la vida cristiana.
Entonces podemos concluir que esperar y escuchar a Dios no es un tiempo desperdiciado, sino que permite fortalecer, purificar y armonizar las motivaciones personales, con los mandamientos y propósito de Dios.
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