Fiel es la persona que corresponde a la confianza puesta en ella que vive conforme a la palabra comprometida y a las normas que promulga. La fidelidad es la consecuencia del comportamiento de una persona fiel que se caracteriza por ser libre, segura de sí misma con una autoestima sana deseosa de construir un proyecto de vida con un futuro estable.
Todas las personas dejamos huellas en otros en nuestro diario vivir es como si a nuestro paso dejamos una fragancia un perfume que nos identifica que es percibida por las personas que se relacionan y conviven con nosotros y poco a poco en el trascurso del tiempo las personas que nos rodean podrán describirnos con exactitud razón por la cual debemos tener siempre presente que la mejor fragancia es dejar una huella constructiva en otros, ser conocidos como personas leales, fieles, consistentes, y de palabra.
Tenemos la exigencia de ser fieles a la vida que lleva nuestro nombre, es mejor la buena fama que la plata, porque ella será imitada por quienes nos aman y sobre todo por las futuras generaciones.
Es necesario reflexionar y decidir ser fiel asumiendo la responsabilidad y acto de la voluntad personal porque produce los mejores sentimientos, proporciona estabilidad y seguridad en todas nuestras relaciones especialmente a la vida personal y familiar.
Para todos aquellos que anhelan ser fieles, les instamos a evitar poner la confianza en sus propias emociones. La fidelidad debe sostenerse en el tiempo y más aún cuando somos conscientes de lo que está en juego. Lo primero que se pierde al ser infiel es la capacidad de amar, la seguridad del hogar, la paz interior, la confianza en las personas y la claridad para el desarrollo de nuestras habilidades.
La práctica de la fidelidad en nuestra mente y en nuestras acciones nos dará paz y posibilitará espacios de realización y vida plena para disfrutar nuestra sexualidad con libertad, paz y seguridad Tanto para hombres como para mujeres el ser personas leales, fieles, consistentes, y de palabra aumenta su calidad de vida, de realización personal a los que viven en pareja proporciona estabilidad a la relación sin temor, ni angustia.
La fidelidad se debe proteger desde las emociones y los pensamientos, ya que es ahí donde somos atacados. Así que, cuidemos nuestras emociones y nuestros pensamientos, lo que vemos y lo que escuchamos, porque es donde se origina la capacidad de ser fieles, leales y comprensivos.
