sábado, 12 de noviembre de 2011

CONTRASTE ENTRE EL GENEROSO Y EL CODICIOSO



Los árabe tienen un refrán sobre la generosidad que dice así:” La generosidad consiste en dar antes de que nos pidan”. La generosidad es un reflejo del amor de Dios  en el Versículo 22:9 del libro de  Proverbios dice El que tiene ojo generoso  será bendecido, Porque repartió  de su pan al con el pobre. Es decir que el  hombre caritativo tiene  bueno de ojo para ver la necesidad de los demás y suplirlas, está bien dispuesto a ver las necesidades  ajenas pero también de  tratar de aliviarlas; Pero no es sólo 'bueno de ojo', sino también 'bueno de mano', pues da de su pan al indigente; su bondad no es teórica, sino práctica Nótese que no dice  del pan', sino 'de su pan', del que estaba destinado para su boca.

Si comparamos lo que dice al respecto  el apóstol  en  Santiago. 2:14-15, que Si su hermana o hermano anda desabrigado y carece de sustento diario y si alguno de vosotros le dijera: Id en paz, calentaos y saciaos pero no le dieras las cosas necesarias para el cuerpo ¿de que sirve?   Es lo contrario del hombre generoso. También la palabra de Dios nos exhorta que: “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo. No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, Y mañana te daré, Cuando tienes contigo qué darle.”

En Proverbios  28:22. Lo describe al hombre codicioso  descrito por Santiago que tiene pero no da lo único que da es una recomendación  id, en paz, calentaos y sacios  pero no se le suple la necesidad que tiene es como  descrito como “El hombre de pérfida mirada se afana por enriquecerse y no sabe que lo alcanzara  la miseria. Nótese que no dice 'del pan', sino 'de su pan', del que estaba destinado para su boca. Hay quienes dan de lo que quitan a otros, lo cual no es caridad, sino hurto cubierto de hipocresía.
Grande es DIOS que en su generosidad y bondad nos otorga múltiples oportunidades para evolucionar en el plano espiritual, nosotros por esta razón como administradores de las posesiones que Dios nos ha confiado   tenemos el libre albedrío de decidir nuestras acciones, Dar de lo que tenemos .Nuestros pensamientos están creando nuestro futuro porque somos lo que pensamos. ¡Cuidado! No hay que irse a los extremos. Al hablar de ser dadivosos se podrá decir que se debe evaluar en que manera puedo ayudar a otros. Hay que está consciente de que la Palabra de Dios NO manda a repartir todo lo que tengamos sino a compartir lo que tenemos. Debemos dar a otros, pero también debemos ser buenos administradores de los recursos que el Señor nos ha encomendado.