miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿AFERRADOS A QUIEN?




Es común observar en relaciones familiares enfermizas a personas aferrarse al cónyuge, a los hijos o a padres, llegando al extremo de controlar excesivamente la relación afectiva, incapaces de dominar la dependencia adictiva emocional hacia los otros miembros del grupo familiar.

El apego emocional puede definirse como el amor enfermizo hacia otra persona, que hace perder la perspectiva de la existencia propia, para establecer una relación parasitaria en función de controlar lo que el otro piensa, dice y hace la otra persona y se sienta frecuentemente invadido o absorbido.

La principal causa de llegar a aferrarnos adictivamente a las relaciones, es debido a patrones persistentes de necesidades emocionales insatisfechas, que se intentan cubrir de forma inadecuada con otros, inseguridad y deseo de controlar absolutamente todas las circunstancias que puedan llegar afectar la vida personal y llevar a perder a lo que se ha dedicado esfuerzo.

Las consecuencias que se producen es la contante priorización y preocupación por la otra persona anulándose a sí misma, situación que le produce sufrimiento, episodios depresivos, pérdida de la autoestima, hostilidad, violencia domestica, crímenes pasionales sensación de fracaso y utilización de vicios y adicciones para compensar las necesidades sicológicas.

Para evitar aferrarse y fundamentar la vida en las relaciones enfermizas es necesario reconocer y dar el primer lugar y prioridad a Dios como punto de apoyo, autonomía personal, fuente de seguridad y bienestar como solución de establecer una relación sólida.

Además reflexionar sobre ¿cuáles son las prioridades en que invierto el tiempo y recursos de la vida? tenemos la posibilidad de elegir las actitudes y modificar la conducta dañina de la dependencia emocional afectiva que llevara al fracaso familiar o desarrollar relaciones sustentadas en la admiración y respeto mutuo, amor, e igualdad.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Fundamentos del éxito



La lección objetiva y necesaria para las personas del presente siglo, es comprender que el éxito verdadero se logra en todo los aspectos de la vida, no en un área específica de ella.

Buscar el éxito produce inversión en tiempo de vida, recursos, habilidades, razón fundamental para establecer bases sólidas y equilibrio entre la actitud y teología profesada.

La biblia contiene principios básicos para vivir exitosamente, perdurables en el tiempo con influencia y propósito de guiar al ser humano hacia la obediencia, conocimiento y el éxito a la manera divina.

Antes de emprender la búsqueda del éxito es fundamental establecer una definición pertinente e identificar los elementos básicos. Para Stanley (2001)”El éxito es el logro continuo de llegar a ser la persona que Dios quiere que usted sea y lograr las metas que él le ha ayudado a establecer”.

Los elementos básicos son expresado en el salmo 1:” Sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera”. (Sal.1:2-3)

El éxito entonces se relaciona, con lo que se piensa y medita durante el día y la noche. La meditación es aquel conocimiento que guía hacia Dios, constituyéndose en la puerta del éxito.

Meditar en la palabra, lleva al hablar de las promesas de Dios pero también creer en ellas, al verbalizar se edifica el fundamento para resistir el tiempo necesario y toda oposición.

El meditar, creer, hablar lleva a Visualizar el éxito, produce el coraje, valentía y obediencia, para asumir las acciones sabias necesarias, el método adecuado para que todo prospere.

El conocimiento del plan divino personal guía a Dios y es la puerta del éxito, pero la obediencia es la llave que abre la puerta del éxito. Cuando se desea cumplir el propósito divino en la vida personal, Dios complace los anhelos personales.

viernes, 17 de septiembre de 2010

INVERSIÓN EQUILIBRADA


Las personas generalmente invierten toda la vida en alcanzar las metas y objetivos personales, lograr el éxito, beneficios económicos, dedican tiempo y esfuerzo en desarrollar habilidades, capacidades para trabajar.

Todo lo mencionado anteriormente es una buena inversión del tiempo de vida son objetivos adecuados para sobrevivir honesta y sanamente en medio de la realidad presente, sin embargo existe otro factor como el espiritual que se debe cuidar para invertir equilibradamente la vida.

Las leyes espirituales son irreversibles e irremplazables producirán las consecuencias señaladas, lo espiritual es la inversión más provechosa porque produce consecuencias eternas, pero se edifica en el diario vivir, producto de las decisiones cotidianas.

La vida espiritual pasa desapercibida, tema relegado, olvidado, considerado pasado de moda y a veces dejado en un segundo plano por la vida ajetreada en que se vive, sin tener el tiempo, ni la disposición para las actividades de hábitos prácticos espirituales considerados no prioritarios.

Sin embargo Concederle importancia y valor a ella, es necesario para vivir el tiempo de vida equilibrada, es la forma más provechosa de utilizar este DON DE DIOS para lograr el mayor potencial es vital para lo espiritual.

Es necesario considerar como cosa más importante del día pedirle a Dios dirección para las actividades a realizar, lo que él desea que llevemos a cabo para nuestra vida, familia empresa, además de dedicar un tiempo para el descanso y comunión con él, propicio para agradecerle a Dios por don de la vida y la ayuda.

La forma de invertir en la vida espiritual afectara el desempeño en su vida física, económica académica, profesional y eternamente con solo cambiar las actividades hacia Dios y su palabra. “Todo lo que el hombre sembrare eso también segara”





miércoles, 15 de septiembre de 2010

PRINCIPIOS PARA LA FAMILIA


En el pasado al igual que en el presente las familias sufren cambios y trasformaciones en el modelo familiar, se constituyen formas poco tradicionales, pero todas ellas enfrentan problemas y situaciones difíciles.

La biblia muestra un modelo de familia compuesta por una suegra y nuera, relación que generalmente es disfuncional o conflictiva, en ella aparecen algunos elementos claves para desarrollar una familia sana.

Noemí era una anciana amargada por la muerte repentina de su esposo e hijos, tragedia que la deja sola, en pobreza extrema, en un país extranjero, sin protección. Su nuera Rut era joven, hermosa, viuda, sin hijos, pobre, extranjera que decidió seguir a su suegra a un país enemigo y cultura desconocida.

Covey desarrollo una teoría del 10/90 ella explica que nosotros como personas no tenemos control sobre las cosas que nos acontecen en un 10% pero la actitud que asumimos ante ellas en un 90% es decir todo depende de nuestra reacción ante las cosas que nos acontecen y es lo que ocurre con esta familia.

La muerte y el sufrimiento son circunstancias que no se puede cambiar, pero si la decisión de quedar solos, Noemí se refugió en Dios y su pueblo, Rut tomo la decisión de seguirla, cambiando y venciendo la situación de soledad, viudez y pobreza espiritual.

Otro elemento fue la reacción de amor asumido en las circunstancias difíciles, apoyo mutuo como familia para salir adelante. Cada una de ellas hizo la parte que les correspondía, la reacción más importante es lo que hacemos, ante lo que nos sucede.

Como resultado ocurre la restauración la confianza depositada en la respuesta y provisión de Dios. Él, en su providencia misteriosa, actúa a lo largo de toda la historia familiar, por medio de los consejos y guianza de la suegra Rut inicio una nueva familia y ella pudo cumplir el propósito de Dios para su vida convertirse en parte de la genealogía familiar del Señor Jesucristo.

En esta historia aparecen tres elementos de forma consecutiva que son características de una familia sana confianza en Dios, amor y restauración. Cumpliendose la promesa:"A la mujer que no tuvo hijos le da la alegrìa de ser madre y de tener su propio hogar.Sal.113:9




lunes, 13 de septiembre de 2010

TODO ES PARA BIEN




La nación de Israel es un pueblo surgido de una promesa, realizada su primer patriarca Abraham y generaciones siguientes, en el tiempo de Dios se cumplió, mientras ellos atravesaban tiempos cruciales en su existencia.

Cuando una promesa no tiene mucho sentido para un hombre corriente y una población esclava en país pagano. Confiar requiere de valor, mucha fe para obediencia total.

Con la salida de los hijos de Jacob de Egipto ocurrida en la segunda mitad del siglo XIII a.C. Dios durante 40 años los guio en el desierto de Sinaí, grande, espantoso, con serpientes ardientes, escorpiones, sin agua, donde fueron afligidos, probados, transformados en 12 tribus, inicio de Israel como nación.

Al transcurrir los años esta tierra conquistada fue entregada al pueblo elegido con derechos, pero con la condición: “ ser luz a las naciones”, por medio de una alianza o pacto, que los obligaba a luchar consigo mismo y el ambiente que les rodeaba.

La biblia relata la historia de Israel, demuestra claramente que Dios demora el bien que le  promete a los suyos, igualmente como ellos pasamos pruebas difíciles para santificación y disciplina de las intenciones, para  finalmente ver la gloria de Dios y  bendiciones que ha guardado.

El apóstol Pablo recuerda que; "esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria"

Entonces afrontemos los momentos de aflicción y pruebas como hijos de Dios en obediencia, fe en sus promesas, esperando el tiempo necesario, porque todo es para bien.

jueves, 9 de septiembre de 2010

PERSPECTIVA ADECUADA DEL DINERO



El dinero es un instrumento de intercambio vital para satisfacer las necesidades de la vida personal, pero también es una herramienta usada por Dios para probar la fidelidad, confianza, y dependencia de él.

Por lo antes mencionado es necesario reflexionar sobre la inversión del tiempo de vida y el lugar que ocupa la búsqueda de bienes materiales, las posesiones y riqueza durante ella.

La escritura es clara al dar pautas sobre el dinero. En Eclesiastés 5:19. Dice:” Igualmente, a todo hombre a quien Dios ha dado riquezas y bienes, lo ha capacitado también para comer de ellos, para recibir su recompensa y regocijarse en su trabajo: esto es don de Dios”.

Es decir las riquezas son un regalo de Dios para disfrutar, es un trabajo, la con recompensa de tener lo suficiente y facultad de administrarlas, pero la fuente de alegría no deben ser ellas sino Dios que las dio y satisface el corazón del hombre”.

Administrar sabiamente en base a satisfacer y utilizar los ingresos para adquirir solo las cosas necesarias. Una frase de Cabral lo expresa acertadamente:”Rico no es el que tiene más, sino el que menos necesita”.

Es una sabia inversión financiera del dinero el satisfacer las necesidades genuinas de otras personas, en la biblia aparece una asombrosa promesa, en Prov. 19:17 dice:”A Jehová presta el que da al pobre, y este se lo devolverá multiplicado”.

Otra forma adecuada al uso del dinero es seguir la tarea y metas dadas por Dios, en contribuir con la obra de evangelización mundial por medio de instituciones, ministerios  y la iglesia en general.

Entonces, qué papel debe jugar el dinero en la vida personal. “No depende de la cantidad que se tenga, sino la fidelidad y obediencia al usarlo, la actitud hacia él dinero en todas las áreas de la vida, dirá a los demás la forma de relación que usted tiene con Dios.

Podemos concluir que la perspectiva adecuada hacia las riquezas debe ser: “El crecimiento espiritual y desarrollo de la vida cristiana debe ser mayor que el crecimiento financiero, el énfasis en la relación personal con Jesucristo y la extension del evangelio , no la obtención de riquezas”.

lunes, 6 de septiembre de 2010

BENEFICIOS ESENCIALES DEL SUFRIMIENTO


Al revisar cualquier medio de comunicación, impreso o audiovisual predominan los sucesos de tragedia, guerras, escenas de dolor, catástrofes producidas por fenómenos naturales, que dejan destrucción en ciudades y países del mundo.

Esto contrasta significativamente con medios y publicaciones cristianas caracterizadas por la abundancia de temas relacionados con la prosperidad, la riqueza y el éxito, que proyectan la vida en Cristo color de rosa, alejado de la verdad y realidad cotidiana.

Este mensaje y estilo de vida ha dejado de lado a la palabra de Dios, el mismo Jesucristo promete en Juan.16:33 “Les digo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo ustedes habrán de sufrir, pero tengan valor: yo he vencido al mundo”.

El sufrimiento humanamente es difícil de evitar, pero tiene varios propósitos y beneficios esenciales que Dios utiliza que se derivan de él para el crecimiento y desarrollo espiritual del creyente por medio de las pruebas y tribulaciones.

El sufrimiento lleva al límite de las fuerzas propias, conduce a experiencias espirituales de mayor madurez, se aprende a ser obediente y semejante a Jesucristo, por medio de la aflicción experimentada en su vida terrenal Cristo, se despojo a sí mismo y fue obediente hasta la cruz.

Además las tribulaciones añaden virtudes necesarias para el discipulado: Pablo descubrió que la tribulación produce paciencia y hace aptos para la obra del ministerio.

Podemos concluir que todos desconocemos el futuro reservado, pero Dios promete que lo que aparentemente es una tragedia se puede transformar en triunfo: “Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados”.(Ro.8:28)





domingo, 5 de septiembre de 2010

TODO ES PARA BIEN


La nación de Israel es un pueblo muy particular que surgió de una promesa realizada su primer patriarca. Abraham tuvo que esperar al igual que las demás generaciones siguientes, el cumplimiento de la promesa en el tiempo de Dios, confiar en su poder ilimitado y su perspectiva eterna, mientras atravesaba  los tiempos cruciales de su existencia.

Esto requiere  valor para la obediencia total, mucha fe cuando una promesa no tiene mucho sentido para un hombre corriente y una población esclava en un país pagano. Con la salida de los hijos de Jacob de Egipto según ocurre aproximadamente en la segunda mitad del siglo XIII a.C. Según el relato bíblico estuvo la guianza de Dios durante 40 años a través de obstáculos en el desierto de Sinaí, descrito como grande, espantoso, con serpientes ardientes, escorpiones, sin agua, donde fueron afligidos y probados, para finalmente ocurrir la transformación de los descendientes de este patriarca en 12 tribus que da inicio al pueblo de Israel como nación.

Al transcurrir los años esta tierra conquistada fue entregada a condición de pueblo elegido con derechos, pero con muchas condiciones “la  de ser luz a las naciones”, por medio de una alianza  o pacto establecido entre Dios y el pueblo por medio de sus leyes en los 10 mandamientos, que los obligaba a luchar consigo mismo y el ambiente que les rodea.

La biblia en este relato histórico de la conformación de Israel como nación, demuestra claramente que Dios a veces demora el bien que le que promete a los suyos. Sin embargo el rey David ilustra claramente quien es  EL Dios el que hace la promesa:” Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios. Salmo. 25:10



A veces también como cristianos pasamos muchos años en pruebas difíciles que sirven para atraer la atención a Dios, disciplina, purificación de las intenciones, para al final de las dificultades temporales ver la gloria de Dios y las bendiciones que ha guardado para  nosotros su pueblo.

El apóstol Pablo nos recuerda en Segunda de Corintios que; "esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria" Entones afrontemos los momentos de aflicción, pruebas como hijos de Dios con obediencia, fe en sus promesas, esperando el tiempo de Dios porque todo es para bien, sus sendas son misericordia y verdad.

Las promesas de DIOS al pueblo hebreo ahora también son nuestra a través de Jesucristo:”Os sacaré de los sufrimientos de Egipto (mundo), os salvaré de su esclavitud (pecado), os redimiré con brazo extendido... (Salvación) y os tomaré para Mí como pueblo” (somos pueblo adquirido por Dios).Dios siempre cumple sus promesas

Éxito sin Dios, un Sueño sin satisfacción

Me daràs a conocer la Senda de la vida

En la trayectoria de la vida acumulamos cosas materiales, buenas relaciones con otras personas, se alcanza el éxito en los proyectos que se emprenden, pero parece que nada de esto, puede saciar el deseo de poseer más.

Una frase atribuida a Chesterton dice que existen dos maneras de tener lo suficiente: “una forma es buscar acumular más y más cosas y la otra es desear tener menos”. Por otra parte Cabral afirma que: ”rico no es el que  más tiene, sino el que menos necesita”.

Podemos entonces formularnos la pregunta ¿cómo puedo terminar con el ciclo interminable de buscar poseer más cosas? Una de las formas es reflexionar sobre las consecuencias y actitudes de frustración que asumimos ante la vida cuando los deseos personales no son alcanzados.

A veces para lograr los sueños que consideramos necesarios, para una vida plena, contradicen los principios y valores personales, se quebrantan los mandamientos y el propósito diseñado para nuestra vida, finalmente se logra lo que se pensaba que era necesario, con un costo alto, para culminar con la experiencia de más insatisfacción y frustración.

Es posible que se atribuyan estos sentimientos de insatisfacción, tristeza, vacio y anhelos no satisfechos por no alcanzar y obtener los sueños que se han deseado para la vida personal.

Pero una frase que puede dar respuesta a esta necesidad humana fue dicha por San Agustín “Nos hiciste para ti, y nuestro corazón no hallara descanso hasta que descanse en ti”.

Sin embargo podemos concluir sin temor a equivocarnos con lo expresado por el Rey David en la cita de referencia (Salmo 16: 11) Dios nos dará a conocer la senda de nuestra a vida, es decir Èl aprobara el camino escogido, en su presencia obtendremos gozo y satisfacción plena.

Pero todo lo que obtenemos sin contar con  Dios y su propósito, al final no va a brindar satisfacción, ni éxito verdadero, es simplemente un sueño o meta alcanzado nada más, pero cuando elegimos y deseamos conocer a Dios él es único que puede satisfacer los deseos más intimos y propios porque el que mismo nos ha dado.


Salmo 16:11. Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre.













viernes, 3 de septiembre de 2010

Curso de preparación para el matrimonio de Pixar

¿CÒMO OIR LA VOZ DE DIOS?


Leer: Santiago.1:22. Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos.

La era tecnológica ha influenciado mucho la forma de actuar, pensar y escuchar del hombre actual, la rapidez en que ocurren los eventos, la facilidad para transmitir y comunicar la información ha contribuido a desarrollar un estilo de vida que desea obtener todo inmediatamente.

Existe según el apóstol Santiago 1:22 dos tipos de persona que escuchan. Una es la que atentamente oye y practica y la otra es un oidor olvidadizo.

Escuchar y esperar, es el proceso de aprendizaje que emplea Dios, para moldear el carácter humano,
Escuchar atentamente permite comprender el mensaje los preceptos que fortalecen la fe, la confianza, estimula a practicar lo aprendido y obediencia

Esperar desarrolla la voluntad, cambia el carácter, las actitudes y las motivaciones humanas, estas dos acciones ayudan a comprender y decidir acertadamente en cada situación de la vida personal.
Esperar y escuchar a Dios trae beneficios variados y citare los siguientes:

1.- Permite renovar las fuerzas físicas y despojarnos de la ansiedad y preocupación.

2.-Reconocer, obedecer, la voluntad y propósito de Dios en la vida personal.

3.-Adquirir virtudes cristianas como la paciencia, esperanza, fe, confianza.

4.-Reflexionar para tomar las mejores decisiones.

5.-Experimentar una relación de intimidad y confianza en las promesas de Dios.

6.-Desarrollar la practica hábitos espirituales como la lectura, meditación, oración y obediencia de las escrituras.

7.-Alcanzar la madurez en la vida cristiana.

Entonces podemos concluir que esperar y escuchar a Dios no es un tiempo desperdiciado, sino que permite fortalecer, purificar y armonizar las motivaciones personales, con los mandamientos y propósito de Dios.