lunes, 4 de octubre de 2010

“Aferrarse es perder todo”.




El deseo humano es  vivir con  seguridad, que todo  este bien y lo que está mal pueda  ser arreglado con el esfuerzo personal, intenso, concentrado, con la búsqueda constante de   soluciones.

El problema surge cuando  la solución esperada,  complica  la crisis, derrumba las expectativas deseadas, dejando decepcion y desaliento.

Pero ¿Còmo se puede enfrentar las crisis, decepciònes y el desamino? . Con   la confianza fundamentada  en Dios en su palabra  establece que: Es mejor confiar en el Señor  que confiar en el hombre. Es mejor confiar  en el Señor que en los grandes hombres. Sal.118:8-9.

Generalmente la respuesta humana al enfrentar situaciones difíciles es buscar controlar la situación al  tratar de ejecutar acciones para tomar el mando. Otra actitud común es aferrarse para no perder lo obtenido.

Dios permite que ocurran  crisis en la vida  personal, por varias razones: El desea ser  conocido por el  ser humano,  también quiere  que se le  reconozca que  el siempre   tiene el control de todo cuanto ocurre, ademàs demostrar la superioridad  de cualquier  recurso  o soluciòn  que se acuda.

El Señor quiere ser más que un recurso en la  vida de las personas , porque el es  Dueño, Señor, Salvador y Amigo, todo lo puede, desea establecer comunicacion   íntima con el  ser humano, dar un   plan superior para la vida,  instrucciones precisas para que las personas  puedan  lograr lo que el ha diseñado.

Por tanto, cuando las circunstancias agotan las reservas espirituales, físicas y emocionales y el temor  hace buscar  algo fuerte a que aferrarse, es necesario reflexionar : ¿A dónde  conduce esta situación?, a Dios o  se aferra a recursos y red de contactos personales.

En los momentos difíciles, ¿A que se aferra  cuando està paralizado y confundido por el problema? Confía en Dios o en sus propias fuerzas y sabiduria personal.

Isaìas 40:29 ofrece una recomendacion  interesante cuando dice : "El da fuerzas al cansado y al debil  aumenta su vigor". Dios quiere ser más que un recurso al que usted  se afferre o acuda cuando tiene problemas.

Al rendirse  totalmente  Dios, a su control y  amoroso cuidado,  la bendicion  a recibir es el  descanso ,  fuerza y vigor , contrariamente la consecuencia de no reconocer a Dios  es que a  todo a lo que se aferre lo perderá sin importar cuanto luche por retenerlo.

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