lunes, 16 de agosto de 2010

MAYORDOMIA RESPONSABLE


La responsabilidad “es una virtud esencial para desarrollarnos como persona, es el compromiso que permite asumir las acciones y consecuencias de nuestras decisiones”.

Según lo expresado podemos inferir que lo que hacemos va mas allá de lo individual, afecta por lo general a quienes nos aman y rodean.

Por otra parte Maxwell. (2002). define “La mayordomía es usar las cosas que tengo…y a mí mismo sabiamente para Dios”.

Tomando en consideración las definiciones anteriores podemos decir que la mayordomía responsable consiste “en dar el uso adecuado a todo cuando se nos ha permitido administrar en nuestra vida, la familia, posesiones materiales, talentos, ambiente, habilidades, tiempo y otras cosas más”.

La biblia en Génesis capitulo 1 y 2: señala a Dios como el creador de todo cuanto existe, por tanto él es el dueño, sin embargo el ha delegado a todas las personas, según su capacidad administrativa, una serie de recursos diferentes como tiempo, dinero, habilidades, para que cumplan el propósito encomendado en la vida, útil a Dios y a los semejantes.

Por lo tanto nunca se debe olvidar que se es administrador no dueño, al final se va a rendir cuenta sobre el uso dado a los recursos entregados.

En Primera de Corintios 4:2 dice: “Ahora bien, se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel”. Por esta causa es necesario ser responsable, Dios juzgara individualmente, a todas las personas.

Para los cristianos, el juicio de Dios comenzara por la mayordomía. Debido a que Cristo llevo el juicio por los pecados ya y son justificados por la fe en el.

Cada día de vida es una hermosa oportunidad de vivir siendo buenos mayordomos, porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.

Todos los días es necesario dar cuenta a Dios de nuestros actos asegurarnos que estamos siendo aprobados por el, buscar el aliento y consejo por medio de sus mandamientos y palabra.

Evita buscar solamente la aprobación y reconocimiento de los hombres, sino la más importante la de Dios.

Raisa. B. Linares

fundamentofamiliar@gmail.com






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