Mi casa será llamada casa de oración y ustedes la han convertido en cuevas de ladrones. Mt 21:13 El anhelo de Dios es trabajar en las casas, pero en la actualidad se observa con preocupación que hogares con principios cristianos después de transcurrir el tiempo su casa se convierte una cueva, en esa aparente calma de normalidad nos acostumbramos a situaciones que no son normales y dejamos pasar problemas sin resolverlos.
En 1 de Samuel 2:2 Narra las características de los que vivieron con David en la cueva de Adulam hombres producto de la aflicción, endeudamiento, amargura a nuestro alrededor vemos matrimonios producto a estos síntomas que terminan en divorcio síntomas para evitar que nuestra casa llegue a convertirse en cueva. Otra característica de una cueva la encontramos en el animal que comúnmente las habita la serpiente, el Salmo 58:4 la describe bien cuando dice: Son venenosos como víboras; son como una serpiente venenosa que se hace la sorda, que se tapa los oídos. Es cuando una persona se niegan obstinadamente a escuchar, es el principal síntoma de que la casa se está volviendo Cueva es la desaparición de la comunicación, el dialogo, el hablar y el oír pero no basta con oír sino está vinculado a la inteligencia aunque a veces cuesta comunicarnos por los diferentes actividades.
En el presente muchos hogares han caído en la trampa de creer que algunos dolores son normales, los malos hábitos mencionados anteriormente son enemigos espirituales deben ser eliminados desde el mismo momento cuando aparezca el síntoma porque después de cierto tiempo termina en divorcio.
Es proponernos la felicidad de todos los miembros de la familia, y pareja lo que sembremos vamos a recibir es decir que nuestra familia retribuirá el mismo trato .
Reflexión: Escuche una frase que dice: No hay nada más cercano al cielo que el matrimonio y nada más cercano al infierno que el matrimonio, usted decide dialogar, hablar y oír para edificar un hogar o una cueva llena de serpientes de veneno.Usted decide.
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